domingo, 29 de enero de 2012

El Famatina no se toca





Mi querido Belisario: No sabes todo lo que ha pasado por aquí desde la última vez que te escribí. Como verás, te envío unas fotos del campamento, la protesta es contra una empresa minera que quiere meterse en este cerro que nos ampara a los de acá, esto no es ninguna novedad porque ya lo habrán visto todo en los noticieros, han venido gentes de todos los diarios y canales de la capital asi que seguro estas sabiendo de lo que aquí pasa en Famatina...

El hecho es que me conmovió mucho esta protesta de la gente y me sumé enseguida. Nosotros nos hemos criado entre cerros y sabemos muy bien del valor que tiene para la vida un cerro, lleno de cursos de agua además de toda la belleza que ya conoces de la naturaleza, por cierto vos también valoras la naturaleza desde el momento que vives rodeado de ella!

Pero parece que no todas son buenas cuando uno piensa en el bien común, ya que como te contaba en la otra carta, estaba trabajando en la escuela privada de la que me echaron enseguida que se enteraron los dueños de que estaba yendo a los cortes. El punto es que los propietarios del colegio son gentes que tranzaron con la empresa de minería y lamentablemente fueron comprados por unos pocos pesos y unas cuantas promesas, y se armó un revuelo que no te imaginas.

Hubo muchas persecuciones y se encontraron listas negras en las que yo estaba, así que un buen día cuando volví de la ruta me vengo a encontrar todo mi rancho incendiado! Ni te imaginas la desazón... tantas veces me corrieron de lugares compañero, pero esta fue la peor, peor que aquella vuelta que el tata me molió a golpes cuando nos encontró juntos en los galpones, porque de por medio está el Benjamín, me quemaron toda su ropita, y todas las cositas que con sacrificio había conseguido tener para darle al gurisito.

Así que no me quedó otra opción que mudarme al campamento de Alto Carrizal, sobre la ruta. Más o menos hay unas 80 carpas ahorita, aunque antes había muchas más, pero no toda la gente puede quedarse a vivir aquí todo el tiempo así que van y vienen todos los días y el lugar recibe mucho apoyo. Hay unas ollas enormes, como ves en la foto, y por lo menos comida no falta.

Por suerte siempre en nuestro camino encontramos gente buena, y se apareció el padre Omar con ropa para el niño, también me ayudaron con pañales y algunas chapas para que pueda reconstruir algo de lo que tenía, pero eso lo dejé guardado porque tengo miedo de que me quemen todo de nuevo.

Por ahora me voy a quedar aquí en el campamento, amigo, tengo esperanza en que la Virgencita nos va a ayudar como lo hizo siempre. El gurí ya va a cumplir su primer añito el 26 de febrero, espero al menos poder apagar la velita para él con la gente de acá que es muy buena y todos estamos peleando por la misma causa que también es la causa de mi hijito y de su futuro.

Si te fijas bien en la foto de los carteles, la que esta al lado de la chica de rojo soy yo! Si! ahi me ves, medio escondida salí, pero estoy siempre recordandote y esperando recibir tus noticias.

Desde esta inmensidad tan precaria, te mando un fuerte abrazo, tan necesario para mi.

Ermelinda

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