Queridísimo: Que difícil se me hace opinar en estos momentos sobre tu pregunta. Ese dicho popular lo he escuchado tantas veces pero nunca me había puesto a reflexionar sobre la verdadera magnitud de su significado.
El hecho de nacer y tener vida ya es una luz, una luz que nos da la estrella que nos ha tocado.
Todos tenemos la nuestra, aunque a veces puede parecer que está apagada o que su luz no tiene la fuerza y la potencia que necesitamos para seguir. Y nos sentimos estrellados.
En verdad creo que todos tenemos nuestros estrellamientos, nuestros golpes y fracasos, que nos hacen sentir en la mas absoluta oscuridad. Pero eso siempre es pasajero.
Un torbellino de luz lo puede dar un amor, un encuentro, un momento inolvidable, un golpe de suerte. Y así de la forma contraria, un alud de oscuridad lo puede traer un desamor, un desencuentro, una desgracia y tantas otras cosas confusas que nos pasan. El tema es que podamos salir de ahí, que nuestra buena estrella nos ayude a levantarnos de ese pozo, de ese agujero, de ese vacío en que nos encontramos durante poco o mucho tiempo.
La capacidad de salir de la penumbra la tenemos, aunque a veces no podamos encontrar la forma, existe siempre la posibilidad de salir de estrellados, y de encontrar nuestra luz otra vez y así poder iluminar en esos momentos difíciles.
También es bueno poder iluminar la vida de los demás, eso es lindo amigazo, es hermoso poder ser luz para otros, aunque a veces se nos hace difícil.
Hay gente que brilla siempre, es bueno encontrar a esa gente en nuestro camino, y hay otras gentes que nos apagan y nos fatigan. Y los habrá también que parecen brillar pero en el fondo de sus noches se sienten como los peores del mundo, y no dejan de tirar para arriba para salir siempre a la luz y poder darla a otros. Deben ser nuestro ejemplo a seguir.
Nadie nace estrellado, es la vida que nos hace caer en sectores oscuros, pero se puede dar vuelta nuestro destino en el momento menos pensado. Solo hay que estar dispuestos.
Te digo en verdad, hermano, que en este momento me encontrás mal estrellada, pero no pierdo la esperanza en salir de aquí abajo. Me muero por encontrarte y poder contarte. Pronto te voy a escribir para que sepas de muchas cosas. Espero que no sea dentro de tantos días, ya no estoy en Jujuy, ahora te tengo que dejar, pronto te escribo.
Un fuerte abrazo tan necesario... Ermelinda
